Nota de redacción. El lenguaje del presente chiste puede herir la susceptibilidad de algunos lectores. Se recomienda discreción.
Una vez, un chibolo, un chiquillo, un niño, estaba en un club de golf aprendiendo a jugarlo. En eso pasa un sacerdote, que iba a recibir clases de golf en otro campo del mismo club, cerca al chibolo y escucha que el chiquillo cada vez que golpea la bola, grita:
-¡Puta madre, la cagué!
El sacerdote no puede creer lo que ha escuchado y se acerca al niño:
-Hola, cómo estás. Te pido por favor que no expreses malas palabras, sino el cielo se va a abrir, va a salir un rayo, te va a caer y te va a partir en dos.
El chiquillo, miró al sacerdote y siguió jugando, exclamando como cincuenta ¡Puta madre, la cagué! más. En eso, se abrió el cielo, salió un rayo, le cayó al sacerdote y lo partió en dos. En eso se escuchó una voz proveniente del cielo que clamó:
-¡Puta madre, la cagué!
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